
¿Qué es la familia?
25 octubre, 2018 por melissaestrada671
La familia es un grupo de personas unidas por el parentesco, es la organización más importante de las que puede pertenecer el hombre. Esta unión se puede conformar por vínculos con sanguíneos o por un vínculo constituido y reconocido legal y social mente, como es el matrimonio o la adopción. Algunos autores afirman que la etimología de “Familia” surge de la palabra fames, cuyo significado es “hambre”; y por otro lado, otros autores mencionan que se origina de la palabra famulus, es decir “sirvientes”, por eso, muchos creen que la idea de familia surge a raíz de los grupos de esclavos y sirvientes que respondían a un mismo amo. Sin embargo, el origen de la palabra familia aún no se determina precisamente
https://concepto.de/familia/#ixzz5XegnRxUT
FUNCIONES DE LA FAMILIA:
Supervivencia (que los niños no coman lejía, no se caigan al suelo). Lo primero que tiene que hacer una familia es asegurar la supervivencia del niño, en algunos entornos esto no es fácil. Importantes medidas de seguridad vial. La pobreza infantil tiene graves repercusiones en el desarrollo infantil.
Apoyar clima de afecto y apoyo emocional. Es decir, el apego psicológico.
Aportar estimulación para desarrollar competencia para relacionarse con el entorno físico y social.
Tomar decisiones sobre el resto de los contextos educativos (Elegir colegio, extra escolares, amigos). Los padres son los que deciden, la escuela, si vas o no a la guardería.
La familia posee una influencia directa sobre el niño en las tres primeras funciones e indirecta en la última función. Cuando el niño va cobrando autonomía (paso de la heteromancia a lo autonomía) esto se va limitando, pero al principio no. Dependiendo de la cultura habrá mayores recursos que la familia pueda utilizar en la educación de sus hijos.
SUBSISTE-MAS DENTRO DE LA FAMILIA
Subsiste-mas de la familia
El sistema familiar se diferencia y desempeña sus funciones a través de sus «subsiste-mas». Los individuos son subsiste-mas en el interior de una familia. Las dadas, como puede ser la de marido-mujer, madre-hijo o hermano-hermana, pueden ser consideradas rotundamente subsiste-mas.
Cada individuo pertenece a diferentes subsiste-mas en los que posee diferentes niveles de poder y en los que aprende habilidades diferenciadas.
Describamos los tres subsiste mas:
- a) El «subsistema conyugal» (matrimonio): Se constituye cuando dos adultos de sexo diferente se unen con la intención expresa de constituir una familia. La pareja debe desarrollar pautas, modelos, prototipos, en los que cada esposo apuntala la acción del otro en muchas áreas. Deberán ceder parte de su individualidad para lograr un sentido de pertenencia.
- b) El «subsistema parental» (padres): Se constituye al nacer el primer hijo. El funcionamiento eficaz requiere que los padres y los hijos acepten el hecho de que el uso diferenciado de autoridad constituye un ingrediente necesario del subsistema parental. Ello se convierte en un laboratorio de formación social, para los niños, que necesitan saber cómo negociar en situaciones de poder desigual.
- c) El «subsistema fraterno» (hermanos): Es el primer laboratorio social en el que los niños pueden experimentar relaciones con sus iguales. En el mundo fraterno, los niños aprenden a negociar, cooperar y competir.
Algunos de los aspectos esenciales a tener en cuenta para estudiar la estructura familiar son: los límites, las reglas y los mitos familiares, de cada uno de los subsistemas descritos:
- A) Límites de los subsistemas:
Los «límites» de un subsistema están compuestos por las reglas y criterios que definen quiénes participan y de qué manera.
La función de los límites reside en proteger la diferenciación del sistema y aquellas incompatibilidades que puedan surgir dentro del mismo.
Así, por ejemplo, cuando la madre (M) le dice a su hijo mayor (H): «No eres el padre de tu hermano; si anda en bicicleta por la calle, dímelo y yo lo haré volver, pero no vuelvas a gritarle», el límite del subsistema parental queda definido y determinado de forma clara (es la madre la que va a ejercer la función ejecutiva: «yo lo haré volver»).
Si el subsistema parental incluye un hijo en «rol parental» (HP), el límite queda definido por la madre; por ejemplo, al decir al niño: «Hasta que vuelva del almacén, Ana se ocupa de todo»:
Para que el funcionamiento familiar sea adecuado, los límites de los subsistemas deben ser claros, despejados de todo tipo de confusión, que pueda ocasionar un problema en el funcionamiento familiar; por ello la claridad de los límites en el interior de una familia constituye un parámetro útil para la evaluación de su funcionamiento y de su actividad diaria. Deben definirse con suficiente precisión como para permitir a los miembros de los subsistemas el desarrollo de sus funciones sin interferencias indebidas, pero también deben permitir el contacto entre los miembros del subsistema y los otros.
Es posible considerar a todas las familias como pertenecientes a algún punto situado entre un continuo cuyos polos son los dos extremos de «límites difusos», por un lado, y de «límites rígidos», por el otro. La mayor parte de las familias se incluyen dentro del amplio espectro normal.
La familia con límites difusos recibe el nombre de «familia aglutinada»; la familia con predominio de límites rígidos se llamará «familia desligada».
Los miembros de familias aglutinadas (límites difusos) pueden verse perjudicados en el sentido de que el exaltado sentido de pertenencia que poseen requiere abandono de la autonomía. La conducta de un miembro de la familia afecta de inmediato a los otros y el stress individual repercute intensamente a través de los límites y produce un rápido eco en otros subsistemas. Así pues, la familia aglutinada responde a toda variación en relación con lo habitual con una excesiva rapidez e intensidad.
Los miembros de familias desligadas (límites rígidos) pueden funcionar de forma autónoma, pero poseen un desmedido sentido de independencia y de liberación, al mismo tiempo que carecen de sentimientos de lealtad y pertenencia y, de requerir ayuda mutua cuando la necesitan. Estas familias toleran una amplia gama de variaciones individuales entre sus miembros. El stress que afecta a uno de sus miembros no atraviesa los límites inadecuadamente rígidos.
Así vemos que la familia desligada tiende a no responder cuando es necesario hacerlo. Por tanto, las operaciones en los extremos del continuo señalan áreas de posible patología. El educador familiar debe operar como un delineador de límites, que clarifique los límites difusos y abra los límites excesivamente rígidos, para llegar a establecer límites lo más claros posible.
- B) Reglas familiares:
Como definición de Reglas: «son formulaciones hipotéticas elaboradas por un observador para explicar la conducta observable de la familia» (Jackson).
En la familia que comienza no hay reglas establecidas. Cada miembro componente de la misma aportará, a lo sumo, sus propias experiencias y sus propios modelos de intercomunicación según los esquemas aprendidos o elaborados en el sistema familiar de origen; pero esto no bastará para todo lo que ahora han de ir estructurando.
Este conjunto de reglas o leyes con que se va construyendo el sistema familiar a lo largo del tiempo y a través de inevitables reajustes por tanteo y error, es semejante al programa de un calculador. En la familia puede ser observado tal funcionamiento en términos de aquí y ahora. El descubrimiento de las reglas que rigen la vida de un sistema familiar es obra que requiere una larga y cuidadosa observación, semejante a la que tendría que poner en práctica el desconocedor del juego del ajedrez, por ejemplo, que tratase de ver cuáles son las reglas que ponen en practica dos jugadores a lo largo de una partida.
Podemos nombrar tres categorías de reglas:
- a) Reglas reconocidas (rr): son reglas que se han establecido explícitamente y de manera directa y abierta. Comprenden acuerdos en distintas áreas, tales como normas de convivencia, asignación de tareas, responsabilidad de ciertos papeles, expresión de necesidades personales, etc.
- b) Reglas implícitas (ri): estas reglas constituyen funcionamientos sobreentendidos acerca de los cuales la familia no tiene necesidad de hablar de modo explícito. Se dan en la dinámica de la familia, aunque no se haya verbalizado o dialogado sobre ello.
- c) Reglas secretas (rs): estas son las más difíciles de descubrir al estudiar una familia. Son modos de obrar con los que un miembro, por ejemplo, bloquea las acciones de otro miembro; son actos que tienden a desencadenar actitudes deseadas por quien manipula el resorte que los provoca. Así, por ejemplo, en una familia, la regla secreta establece que una conducta dé autonomía e independencia en la hija, vaya seguida por una queja psicosomática de la madre y esto conlleve una mayor implicación del padre en la casa.
- C) Mitos familiares:
Como definición de mito familiar podemos señalar que es «un número de creencias bien sistematizadas-y compartidas por todos los miembros de la familia respecto de sus roles mutuos y de la naturaleza de su relación» (Ferreira).
Estos mitos familiares contienen muchas de las reglas secretas de la relación; reglas que se mantienen ocultas, sumergidas principalmente en las rutinas del hogar.
Aunque para un observador puedan parecer evidentes falacias o enredos de la realidad familiar, estas creencias organizadas, en cuyo nombre la familia inicia, mantiene y justifica muchas pautas interaccionales, son compartidas y apoyadas por todos los miembros como si se tratara de verdades a ultranza más allá de todo desafío o investigación.
El mito da a cada miembro un rol que es aceptado por todos y cuyo desafío se convierte en verdadero «tabú».
El mito prescribe atributos a cada uno de los miembros de la familia. Así, por ejemplo, si en una familia, el marido debe llevar a la esposa en auto donde quiera que ella necesite ir (incluso en detrimento de las actividades profesionales del marido), se admite que es porque ella no sabe y tampoco se interesa en aprender a conducir. Aunque esta pauta se ha mantenido desde que se casaron, la esposa se explica en términos de que «es torpe para la mecánica»; un juicio que su marido apoya y corrobora. Los mitos, en su manifestación implícita, son verdaderos programas de acción que ahorran cualquier pensamiento o elaboración posterior.
Parece ser que en el contexto de la relación familiar, para cada rol individual definido existe un contra-rol oculto en la persona de otro o de otros miembros de la familia. Así, en el ejemplo anterior, el mito de que la madre era torpe para la mecánica llevaba implícita la manifestación de que, de hecho, algún otro miembro de la familia «no lo era». Cuando una familia le adjudica a uno de sus miembros el título de «paciente», automáticamente le confiere a uno o más de los otros miembros la etiqueta opuesta de «no paciente». Y, en la misma medida en que lo primero implica un rol, lo segundo implica lo que debemos llamar un contra-rol, que afirma y complementa al otro.
Los mitos no son, por supuesto, una exclusividad de las familias patológicas. Probablemente estén presentes en todas las familias y pareciera ser que, aún en la relación familiar más sana, es necesaria una cierta dosis de mitología para mantener una serena y sosegada operatividad. Sin embargo, pero no nos llevemos a equivocaciones, parece ser que los mitos son más obvios e inalterables y tal vez más abundantes en las relaciones patológicas.
El mito familiar tiende a formar parte de la «imagen interna» de la familia y expresa la forma en que es percibido, no tanto por los demás, como por sus miembros, desde adentro.
Existen muchas clasificaciones de mitos, hemos creído conveniente estudiar, en este trabajo, la que elaboró Stirlin:
- a) Mitos de armonía: Presentan un cuadro «maravilloso» de la vida pasada y presente de la familia. Intentan hacer ver a los otros que son «familias muy felices».
- b) Mitos de perdón: Estos mitos tienen una estructura en la que una o más personas (vivas o muertas) son las únicas responsables de la situación en la que se encuentra la familia.
- c) Mitos de rescate: La base de este mito está en la creencia de que todo sufrimiento, así como cualquier injusticia presente en la vida familiar e individual, puede ser borrado y alejado por la beneficiosa intervención de un persona omnipotente. Se espera que esa persona logre en sus vida las metas que no pudo alcanzar un padre, hermano o abuelo.
En cuanto se refiere a desvelar un mito familiar, la cuestión es sumamente interesante para el educador familiar. Puesto que el mito funciona con el fin de mantener la relación y de preservar su naturaleza, el asunto es extremadamente delicado para la familia y requiere la mayor exquisitez y discreción por parte del profesional-educador familiar, ya que una insistente tentativa de revelar la verdad detrás del mito corre el riesgo de producir resultados insospechados.